Los datos y nosotros los informáticos

Hoy quiero contarles acerca de la percepción que tengo de como los informáticos transportamos la data hoy en día, no quisiera generalizar pero esta percepción es basada en mi entorno (mi trabajo, compañeros de estudio, colegas de carrera y otros).

Si mal no recuerdo para los años 2005-2006 los pendrives eran de 512 MB y quizás lo mas de lo mas uff seria uno de unos 2 GB recién sacado de la NASA, en esa época aún yo no contaba con uno, pero si recuerdo claramente como quizás con un poquito de envidia (pero de la buena) veía como compañeros contaban con unos que además de ser memoria tenian radio y/o reproducían canciones en una pantalla led muy sencilla, dios como anhelaba uno pero sencillamente entre vivir y rumbear el presupuesto no me alcanzaba para tal inversión, eran caros y no se desperdiciaba la oportunidad de que alguien viajara al exterior (de Venezuela hacia US o Panama, por mencionar algunos) para pedirle a esa persona que te lo compara en $, era una época donde no teníamos a Dropbox o iCloud por lo cual las memorias (pendrives o flashdrives) eran una herramienta fundamental de trabajo para pasar información, sobre todo archivos de gran tamaño (para la época), hacer respaldo de archivos,  y si mal no recuerdo ya existía un Knoppix que permita tener una distribución Linux que arrancara desde el pendrive.

pendrive_128MB

Pasaron los años y finalmente llego el momento en que por fin tuve el mío y así como yo casi todo aquel que conocía tenia uno y de igual manera estos seguían siendo pieza fundamental para el trabajo o los estudios. Recuerdo que el primero que tuve fue uno de 2 GB y luego me compre otro de 4 GB, ya estos formaban parte hasta de mi ocio, utilizándolos para ver películas conectándolos en el  PS3 o el TV y además existía ya un GMAIL que tenia una capacidad de 1 o 2 GB, pero de repente paso algo, y fue que algunos de nosotros empezamos a dejar de usar los pendrives y  los disco duros portátiles de 2.5″ de gran capacidad, no se si fue por el surgimiento de las  plataformas de almacenamiento en la nube donde Dropbox (a mi entender) llevaba la batuta, o por aplicaciones que permitan que nuestros celulares (móviles) fueran disco duros WiFi, pero el detalle es que siento que el pendrive o el disco duro portátil dejo de ser una herramienta fundamental.

Entonces llego el 2014 y me paso que necesite transferir grandes cantidades de datos, como VM (Virtual Machines), o hacer un respaldo importante de documentos y aplicaciones grandes, y no tuve como hacerlo y tuve que recurrir a plataformas como Dropbox donde incluso teniendo una velocidad de 100 Megas con fibra óptica, no resultaron una cosa sencilla ya que tuve restricciones de espacio en fin que algo tan sencillo de no mas de 15 min como copiar ficheros en un pendrive o disco duro portátil y pasarlo de una computadora a otra, terminaron siendo un dolor de cabeza de horas o 2 días, pero lo mas asombroso es que no solo me paso a mi, si no que vi que en mi entorno también, en el trabajo, en el master o anécdotas de colegas informáticos, pero por alguna razón dejamos de utilizar los disco duros portátiles y lo mas absurdo aun, es que en algunos casos sin razón ya que casi todos tenemos así sea en un rincón de la casa escondido un pendrive, fue común escuchar por ejemplo en el master algo como ¿Alguien tiene un disco duro para copiar la maquina virtual de 10 Gb? y lo mas extraño, en un Master de Big Data ninguno contábamos con un disco para pasarnos «la data» y no podemos obviar que cada días las aplicaciones son cada vez más grandes (ya estamos en los 64 bits) y hablamos en razones de Gigas.

Para mi fue curioso y anecdótico, y llegue a conversarlo con mis panas (compis, colegas) de la oficina, sobre todo porque me considero y los considero a ellos buenos profesionales informáticos solo que teníamos alergia de tener a mano nuestro disco duro portátil. Quiero hacer constar que también he visto como poco a poco mi entorno ha ido resolviendo esto ya sea comprando sus discos portatiles (y cargándolos encima) y /o pendrives de no menos de 16 GB.

Pero hoy finalmente me siento satisfecho porque creo que he resuelto esto de la mejor manera posible, a raíz de lo que les conté venia meditando la idea de comprar un disco duro portátil de 2.5″ con USB 3 (para gozar de buena velocidad de transferencia) o un pendrive de 64 o 128 GB, pero entonces justo hoy como caído del cielo un colega del trabajo de forma providencial me dice «Jose y si te compras un SSD SATA III de unos 120 GB y compras el respectivo cable adaptador de SATA III a USB 3» dios me pareció super acertado, cantidad suficientemente grande para transportar bastante datos, portable (ya que no pesa nada) y la ventaja de transferirlos de una computadora a otra a una tasa de transferencia rapidísima (5 Gbits/s – velocidad de USB 3 y 450 MB lectura/escritura) y me entusiasmo mas la idea cuando vi que un pendrive de la misma capacidad y con una  velocidad semejantes (o quizás un pelin mejor) salía mas caro (mas abajo les dejare los links para que le den un vistazo).

ssd_120GB

Ya lo único que falta es que me llegue mi nueva adquisición y dejar la alergia de cargarlo encima y aunque a uds. quizás les parezca obvio mi compra, créanme que de las miles de cosas que pienso al día esta no se me había ocurrido y por eso aprovecho de contárselos porque de paso me gustaría saber su opinión y también preguntarles ¿Creen ustedes que nos hemos malacostumbrado a las plataformas de almacenamiento en la nube?

Disco SSD de 128 GB

Pendrive 128 GB